Después del cristal blanco la Amatista es uno de los cristales principales y de poder. Emite su luz violeta que es capaz de enviar una vibración de calma y tranquilidad, abriendo y potenciando la conciencia superior.
La amatista activa el tercer ojo, Sexto chakra, el habitáculo del alma y sede del espíritu, con ella abrimos el tercer ojo, el del alma superior, que acostumbra a estar cerrado.
La Amatista produce campos magnéticos pequeños pero detectables. Aunque los campos magnéticos de alto nivel son peligrosos (particularmente los de electrónica), los campos magnéticos naturales de la amatista pueden producir resultados favorables en el cuerpo. Como el cuerpo humano tiene su propio campo magnético, los defensores creen que la amatista interactúa e intercambia energía con el cuerpo. La piedra también absorbe y refleja la radiación en el infrarrojo distante, un tipo de radiación de ondas largas. Aunque controvertida, la radiación infrarroja está siendo estudiada para varios beneficios para la salud del cuerpo humano.