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CARACOLES CUBANOS

Los caracoles son comprados vírgenes (cerrados) y quien se encarga de abrirlos es el padrino del santero que quita la parte inferior del caracol. Una mano de caracoles está formada a partir de 18 de estos, siendo sólo tirados 16 que se llaman Adelé. La mano de Elegguá tiene 21 caracoles, de los cuales se sacan 5 cuando van a ser tirados; Los caracoles pertenecen a Elegguá pues es el que más tiene. Los caracoles de tirar son conocidos como Diloggún, los que vienen de Meridiloggún son sólo 16.

Los caracoles son una de las herramientas más importantes para el santero, pues a ellos se les consulta para predecir el futuro de la persona que está consultando.

Los caracoles marcan el pasado, presente, futuro y también el Ebbo, rogaciones u otros medios a través de los cuales el consultante va a poder equilibrar el futuro en una situación determinada. Los caracoles requieren de mucho estudio por parte del santero, ya que se requiere un estudio profundo de la mitología africana, contra más conozca más va a poder ayudar a la persona consultante.

La base fundamental de la lectura de los caracoles reside en comparar sucesos, narraciones o historias que son relatadas en cada oddum que salga reflejada en la lectura y que el santero deberá interpretar a la vez que crear una relación entre la letra reflejada y los problemas que puedan acontecer a la persona que está consultando.

De esta forma se consigue llegar a una conclusión acerca del pasado de la persona, sus problemas actuales y le aconseja de forma religiosa cómo resolverlos.