Antaño la Estrella de David, o estrella de seis puntas, tenía un sentido mágico. Era común que esta estrella se colgara en las paredes con el objetivo de ahuyentar los malos espíritus. Poco tiempo después, los alquimistas la utilizaban para representar la conexión entre el cielo y la tierra.
En el contexto bíblico, las estrellas constituyeron un símbolo de esperanza.
La Estrella de David se convierte en un signo muy relacionado con el potencial espiritual de la persona. Es un símbolo del alma humana, la cual es expresada como la conjunción del inconsciente con la conciencia, mientras que el triángulo alude al fuego, y el triángulo invertido evoca el agua.
Debemos tener en cuenta que la estrella de David está compuesta por dos grandes triángulos, uno con su vértice hacia arriba y el otro triángulo con el vértice hacia abajo. Esto nos indica la posibilidad que la persona tiene de subir la pirámide de la vida, teniendo como meta el cielo (los valores espirituales). Sin embargo, el triángulo hacia abajo nos dice que la persona que no quiera levantarse y sólo se ocupe de cuestiones mundanas, materiales, bajarán sus valores espirituales.