El Corazón de Changó es la semilla de una planta trepadora originaria de los márgenes del río Níger. Las semillas maduras caen al río, y muchas de ellas emprenden uno de los viajes más extraordinarios de la naturaleza; si no encuentran algún lugar donde germinar en todo el continente, cruzan el océano Atlántico gracias a sus corrientes, y después de años, llegan a las costas del Caribe, donde encuentran unas condiciones favorables para germinar.
Cuando los africanos fueron llevados como esclavos a América, y llegaron a las islas caribeñas, se encontraron con el Corazón de Changó, por lo que también fue adoptado por la religión santera que se originó en aquel lugar, y con las mismas propiedades que le son atribuidas en África.