Tarot baraja gitana.
Historia.
Los gitanos siempre han sido catalogados como un grupo humano de origen nómada y con fuertes inclinaciones hacia la adivinación y la magia en general.
Los orígenes del tarot o baraja gitana se remonta a la Rusia del siglo XIX.
Por esos tiempos, en Rusia, la imagen de los gitanos eran muy bien recibida porque sabían que con ellos llegaba la diversión, la alegría y el entretenimiento.
Hacia la llegada del siglo XX, con la modernización e industrialización de las ciudades, este grupo fue duramente perseguido y sus tradiciones han ido desapareciendo con el tiempo, sin embargo nos dejan aún varios de sus grandes legados relacionados con el esoterismo.
Simbología de la baraja gitana. ( Algunas cartas)
Posee muchas similitudes con el tarot de Marsella. La diferencia es que cuenta con 36 cartas adicionales con diversos simbolismos.
Las 36 cartas que lo caracterizan brindarán información acerca de nuestro futuro emocional y económico.
El rey de copas es la carta más representativa del tarot gitano y posee muchos significados para el consultante, entre ellos: La imagen de líder y saber ser diplomáticos en los momentos oportunos.
Representa la figura paternal.
Las cartas están divididas por los arcanos menores y mayores.
Las ases conforman lo que se denomina Arcanos menores, representan las 4 energías del universo: agua, aire, tierra y fuego.
El As de bastos se asocia con el elemento fuego, la pasión y el amor intenso.
El As de espadas significa dudas, intercambio de ideas y de comunicación.
El rey de oros, representa la economía y el poder económico, pero también déspota, mientras que el rey de copas es exitoso y maduro.
La reina de bastos es la madre protectora.
Hay que tener en cuenta que si las cartas saliesen invertidas, las virtudes indicadas se vuelven opuestas.
La tirada en el tarot gitano.
La persona que realiza la pregunta debe ser concreta para que la respuesta también lo sea.
Se destapará 3 cartas que representan pasado, presente y futuro.
Sus cartas representan a personas concretas, por tanto interpretarlo es más sencillo que el tarot de Marsella.
